Es evidente que los bloqueadores de anuncios (adblockers) han entrado en una nueva era. Ha llegado el momento en que cumplir con sus condiciones se ha vuelto insoportable e imposible — la situación ha cambiado radicalmente.

El avance anterior se produjo en 2015-2016. En ese entonces, después de un fuerte aumento, parecía que los adblockers habían alcanzado una meseta, habiendo impactado significativamente el mercado publicitario. Después de un tiempo, parecía que la industria había logrado apaciguar a las empresas de bloqueo de anuncios a cambio de una tarifa sustancial. Esto se refiere a eyeo y al programa Acceptable Ads.

Sin embargo, en estos días, los usuarios de adblockers desconocen los acuerdos previos. Utilizan adblockers propiedad de otras empresas.

Llamemos a este grupo de adblockers «SuperAdblockers». Con su aparición, el bloqueo ha alcanzado un nivel sin precedentes. Ahora, prácticamente todo se bloquea: anuncios de calidad, mensajes CMP, la configuración de cualquier cookie (incluidas las de primera parte), anuncios internos (como ofertas de suscripción a boletines), plea walls y sistemas de análisis (como Google Analytics y Yandex.Metrica).

En otras palabras, los SuperAdblockers privan a los editores de las herramientas auxiliares que utilizaban para interactuar con audiencias que bloquean anuncios.

Los SuperAdblockers han desplazado a sus predecesores. Anteriormente, las extensiones del navegador como AdBlock y AdBlock Plus, propiedad de eyeo, manejaban al menos el 80% del tráfico de bloqueo de anuncios. Sin embargo, en los últimos años, su cuota ha disminuido significativamente. Según Ad-Shield.io, estas extensiones ahora controlan solo el 20-35% de dicho tráfico.

Ad-Sheild.io afirma que SuperAdblockers ahora controlan el 55-65% del tráfico de adblock. Además, según sus datos, en algunos casos, esta cuota alcanzó el 85%.

SuperAdblockers

El bloqueo de anuncios ha superado las extensiones del navegador. Ahora, a menudo se integra directamente en los navegadores, se implementa en aplicaciones especiales en dispositivos o funciona a través de VPN a nivel de red.

Brave, AdGuard y uBlock Origin son los principales representantes de los SuperAdblockers. Funcionan a nivel de navegador, como extensiones de navegador o como aplicaciones especiales en dispositivos. Además de ellos, hay muchas empresas más pequeñas en el mercado que abordan tareas similares. Entre ellos están: AdBlocker Ultimate, AdLock y 1Blocker.

Los VPN también suelen ofrecer estos servicios como una opción. Entre los servicios están: NordVPN, ExpressVPN, Surfshark, Proton VPN, TorGuard, Hide.me y Mullvad. Surfshark afirma que varios VPN ya se han descargado 1.600 millones de veces.

Bloqueadores de anuncios VPN

Además, este bloqueo está gradualmente convirtiéndose en un estándar en el mundo corporativo, en agencias gubernamentales, universidades y proveedores de Wi-Fi público. Cualquier dispositivo que se conecte a dicha red — ya sea en la oficina o de forma remota — bloquea automáticamente los anuncios. Por ejemplo, el FBI, la CIA, la NSA, la DEA y el DHS ya han implementado el bloqueo de anuncios a nivel de red.

En total, la base de usuarios global que utiliza de una forma u otra los SuperAdblockers, según Ad-Shield.io, ya cuenta con cientos de millones.

¿Qué pueden hacer los editores?

Desafortunadamente, los SuperAdblockers siguen siendo invisibles para muchos editores. La mayoría de las soluciones de análisis en el mercado no pueden rastrear con precisión a los SuperAdblockers. Parece que esto ni siquiera es posible. Llamemos a este fenómeno «tráfico oscuro» — similar a la materia oscura, que no se puede ver, pero que existe.

El bloqueo de anuncios ciertamente no es el único problema de monetización que enfrentan los editores, pero es el más significativo, considerando cuánta poca atención recibe. Anula el 20-45% de los ingresos publicitarios de un editor, comparable al “impuesto de tecnología publicitaria” para toda la cadena de ventas de publicidad programática.

La pérdida de estos ingresos tiene graves consecuencias. Dado el nivel actual de monetización, los editores se encuentran en una situación difícil. Ya no es posible ceder a las demandas de los adblockers. Ha llegado el momento de establecer un diálogo directo con los usuarios.

En la práctica, esto significa mostrar anuncios de manera reflexiva a los lectores que usan SuperAdblockers — anuncios que consideren aceptables.

Esto puede parecer paradójico, pero no lo es. Aunque los SuperAdblockers son extremadamente agresivos en el bloqueo, sus usuarios no son fanáticos.

La mayoría de ellos son personas comunes: estudiantes, médicos o madres aficionadas al fútbol. Usan SuperAdblockers ya sea por defecto (por ejemplo, en la red de su empleador) o simplemente porque pueden. Sorpresa: la mayoría de la gente prefiere no ver anuncios si pueden evitarlos.

Aunque existen categorías de anuncios que muchos usuarios consideran inaceptables (por ejemplo, pre-rolls, videos de reproducción automática y anuncios que siguen al usuario), también hay aquellos que están dispuestos a aceptar como parte de su experiencia de consumo de contenido. En esencia, los formatos de anuncios aceptables cumplen plenamente con el estándar Better Ads Standard.

Esta distinción es crucial. Los anuncios inaceptables ignoran las preferencias básicas de los usuarios y dañan su relación con los editores. Bloquear tales anuncios es una necesidad.

Los anuncios de calidad se alinean con las preferencias básicas de los usuarios y fortalecen su relación con los editores. La capacidad de desactivar anuncios es un beneficio adicional, no un requisito.

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