Google ha estado inflando los precios de los anuncios para los anunciantes durante años
Fecha de publicación: 2024-09-05 | Fuente: Business Insider

El mes pasado, un juez federal dictaminó que Google violó la ley antimonopolio de EE. UU. al mantener un monopolio en el mercado de búsquedas en línea. El juicio, que comenzó el 6 de septiembre de 2024, podría obligar a Google a detener los pagos a Apple por la distribución exclusiva. En el peor de los casos, incluso se está discutiendo la posibilidad de una división de la compañía.
Tomar una decisión sobre el castigo podría llevar mucho tiempo, y si el fallo no es favorable para Google, seguramente apelará. Sin embargo, otra amenaza seria se vislumbra en el horizonte.
El analista de Bernstein Research Mark Shmulik advierte que Google debería temer más demandas. Yelp ya ha presentado una y los anunciantes podrían ser los próximos en la fila.
El juez dictaminó que Google violó las leyes antimonopolio no solo mediante pagos a Apple y otros socios para suprimir la competencia en el mercado de búsqueda. Un hallazgo menos discutido, pero igualmente importante, se refiere al inmenso poder de Google para influir en los precios en el mercado de la publicidad en búsquedas.

El dominio monopolístico permitió a Google inflar artificialmente los precios de los anuncios durante años. Sin el temor de perder anunciantes ante la competencia, la compañía los forzó a pagar más sin que se dieran cuenta.
"Podríamos ver una demanda colectiva de anunciantes exigiendo sanciones monetarias por años de precios inflados", escribe Shmulik. "Es probable que se presente una demanda por daños y perjuicios por más de 100 mil millones de dólares", añadió en una reciente nota para inversores.
Poder extraordinario sobre el mercado
En mercados saludables, el aumento de precios por parte de las empresas atrae competidores con la promesa de obtener grandes ganancias. Esta competencia a menudo frena el crecimiento adicional de los precios o incluso lleva a una reducción de estos, en beneficio del consumidor final, en este caso, los anunciantes.
Sin embargo, en el mercado de búsqueda en línea, la competencia saludable ha estado ausente durante al menos una década. Google aumentó sistemáticamente los precios de los anuncios sin una oposición seria por parte de los competidores, una situación muy atípica en una economía de mercado.
La evidencia presentada en el juicio mostró que Google pudo aumentar los precios de los anuncios entre un 5% y un 15% sin una pérdida significativa de anunciantes a favor de sus competidores, como explicó Shmulik.

Shmulik calculó los posibles daños monetarios que los anunciantes descontentos podrían exigir. Según su estimación, Google aumentó los precios de los anuncios en aproximadamente un 5% anual durante la última década. Aplicando el triple de indemnización por daños, una práctica común para castigar monopolios, concluyó que el total de las multas podría ser de al menos 100 mil millones de dólares.
"Código amarillo"
En su decisión, el juez Mehta señaló que Google aumentó los precios para los anunciantes con el fin de cumplir con los objetivos de ingresos.
En septiembre del año pasado, el jefe de Google Jerry Dischler testificó que la empresa ajustó sus subastas publicitarias para alcanzar los objetivos de ingresos, lo que a veces resultó en un aumento de precios de hasta el 5%.
Esta práctica es conocida como "precios supercompetitivos" y normalmente no se observa en mercados genuinamente competitivos.

"Cuando Google comenzaba a preocuparse por alcanzar sus objetivos de ingresos, declaraba 'código amarillo', donde la 'prioridad principal' era 'asegurar el aumento de ingresos' ajustando los precios", se indica en el fallo del juez.
Según los documentos del caso del Departamento de Justicia contra Google, en 2019 la compañía declaró un "código amarillo" por temor a no alcanzar uno de sus objetivos de ingresos.
Otras compañías ya han visto nuevas oportunidades para luchar contra el gigante de las búsquedas. El 28 de agosto de 2024, Yelp presentó una demanda contra Google.
"Esperen más demandas de competidores, anunciantes y usuarios", advirtió Shmulik de Bernstein. "Las pruebas judiciales demostraron claramente la capacidad de Google para aumentar los precios de los anuncios mediante sus mecanismos de fijación de precios, lo que les costó caro a los anunciantes".
Google se negó a hacer comentarios.
Opinión especial

Google paga a Apple para seguir siendo el motor de búsqueda predeterminado en dispositivos Apple como el iPhone y el iPad. Estos pagos aseguran que Google tenga acceso prioritario a los usuarios cuando buscan a través del navegador Safari u otras funciones integradas de Apple. A su vez, Apple recibe una parte significativa de los ingresos publicitarios de Google obtenidos gracias a este tráfico. El acuerdo beneficia a ambas compañías: Apple gana miles de millones de dólares cada año, mientras que Google mantiene su dominio en el mercado de búsqueda.